Buenas tardes cocineros por la red:
El programa topchef, a parte de ser un consurso de cocineros donde trabajan duro y apuestan con sus conocimientos adquiridos para ser designado como el mejor cocinero, a los espectadores nos aporta otros sensaciones, valores, experiencias, emociones.
Desde el sofá de cada una de nuestras casas es muy fácil, criticar y apostar por un concursante u otro, no por sus platos cocinados y de gran elaboración, si no por las emociones que cada uno de ellos nos aporta, simpatía, amabilidad, belleza... Ya que obviamente la mayoría no somos críticos culinarios, ni podemos probar los platos cocinados.
Ahora bien, destacar que la actitud que puede transmitir la televisión a los espectadores de un concursante, concretamente Carlos Medina, puede ser muy mala para su reputación independiente de su labor y profesionalidad.
La sensación que personalmente me ha dado y creo que a muchos televidentes es de una persona prepotente, creerse el mejor, ser el màs de lo más y siempre echar la culpa de los problemas o incidencias a los demás sin reflexionar sobre sus propios errores y poder mejorar y aprender de ellos.
Al ser un show televisivo realmente no podemos saber si estaba actuando con un papel para poner en jaque a sus adversarios, poniéndolos nerviosos, faltando el respeto y menospreciando su trabajo o es que actitud es por naturaleza.
Podéis dejar un comentario y compartir vuestras opiniones.
Lo que está claro que un empleado o compañero de trabajo como Carlos, nunca puede llegar a ser compañero y menos coordinar a un grupo de personas, en los tiempos que vivimos nadie es más que nadie, hoy estás en Singapur, mańana en topchef y puede ser que al día siguiente estés bajo el mando de Marc o quien sabe donde.
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