Mientras Andrea Fuentes y Ona Carbonell, el dúo español de la natación sincronizada, celebraban la plata obtenida por 30 milésimas sobre las chinas, en sus casas muchos se preguntaban por qué les brillaba tanto el pelo.
En los juegos olímpicos las nadadoras deben de llevar el pelo completamente recogido, sin utilizar gorro de baño, ya que se podría salir algún mechón de pelo.

La nadadora reconoce que aún huele a pescado. Evidentemente, la utilización de semejante mejunje no obedece a una cuestión puramente estética, sino pragmática. De hecho, en la natación sincronizada es un elemento fundamental.
La 'sincro' es un deporte donde todo tiene que ir cuidado hasta el extremo, y cualquier cosa que se salga del guión puede ser penalizado. Un simple mechón de pelo que se suelte durante la prueba puede significar la diferencia entre la plata y el bronce. La brillante película actúa como una potentísima laca que les permite concentrarse solo en el ejercicio.
Vía: yahoo.es
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